LA ALEXITIMIA; te pienso no te siento ¿qué me sucede?.

Te pienso no te siento. Me piensas no me sientes. Dos caras de una misma moneda.
Te invito a leer este artículo pensando en «mi forma de no sentir», o la forma en que mi vínculo (madre, padre, pareja,…)»no me siente, solo me piensa».
Y entenderemos…
Comprenderemos que me hace sentir poco importante, poco querid@, o qué me enfada en mi relación con esa persona…
O podré entender mejor el enfado o la tristeza de esa persona, comprender qué de mí le hace sentir así.
Y tal vez podamos cambiar la mirada y sentirlo, o pensarlo de otra forma.
Espero que os guste.

Si nunca has oído hablar sobre la alexitimia te invito a que te quedes y leas el siguiente artículo, ya que se trata de un término muy interesante y quizás más común de lo que pensaste al leer su nombre.

Un paciente, actualmente inmerso en un proceso terapéutico, acude a consulta animado por su pareja. El principal motivo de la demanda de terapia es por dificultades en el vínculo con ella. Transcurridas las sesiones de evaluación, me hizo llegar las siguientes palabras añadiendo “cuando escribo, las ideas salen más fácil”:

“No soy una persona muy expresiva ni emocional y no siempre me sale naturalmente mostrar ese nivel de cariño que ella espera. Es decir, en ocasiones soy consciente de que ella necesita muchas muestras de cariño, porque así me lo hace saber. Últimamente cuando es así, se lo muestro, aunque en muchas ocasiones no me sale normalmente, es una especie de “postureo” por mi parte. Soy muy consciente de ello, y esto me hace pensar de mi dos cosas:

  1. Que soy un poco psicópata porque sé que es una reacción que debería salir de mí naturalmente ante esa emoción de mi pareja, no ser impostado, y sin embargo no siempre me sale de normal.
  2. Que soy un poco farsante al hacerlo igualmente, pues supongo que ella lo percibe como algo genuino. No sé hasta qué punto es algo bueno, habida cuenta de que le va a hacer sentir mejor, o malo, pues no es honesto por mi parte.

Cuando ella me cuenta algo, me ha pedido que no elabore tanto mis respuestas. No necesita que mi respuesta sea la perfecta, sino que le diga algo que la haga sentir bien, aunque no sea 100% realmente lo que pienso, y aunque posteriormente lo pueda matizar cuando ya ella esté en una situación de menos vulnerabilidad, pero que le haga sentir que estoy en su equipo. Me resulta complicado hacer esto, que sobre el papel me resulta más fácil, pero creo que soy un farsante y que le estoy engañando.

Cuando ella me está contando algo que le generó una emoción muy intensa (por ejemplo el otro día), mientras me lo cuenta estoy atento a lo que me dice, pero en cuanto veo que va a terminar, me comienzo a poner nervioso porque sé que debo intervenir y no sé realmente lo que debería decir. Temo el momento en que ella me pregunta “¿qué piensas?”, y sé que en ese momento ya llego tarde, pues no debería tener que preguntármelo. Es una sensación similar a cuando sabes con certeza que un profesor te va a preguntar algo y no sabes la respuesta.

Ella me dice que únicamente quiere saber qué es lo que pienso, que no hay respuesta correcta ni errónea, pero realmente sé que debo dar una respuesta que le ayude en esa situación de vulnerabilidad y le haga sentir querida. Esa dificultad para actuar acorde con la situación dada, me hace sentir un poco inútil emocionalmente y no sé cómo resolverlo. Últimamente si no me surge una respuesta me limito a transmitirle cariño por medio de abrazos o caricias, pero también me siento un poco farsante por hacerlo, ya que lo siento como una forma de evadir responsabilidades por mi parte.

¿Qué es la alexitimia?

La alexitimia es la dificultad para identificar, describir, distinguir y expresar sentimientos, las propias emociones, así como detectar y comprender los estados emocionales del otro. Estas personas tienden a mostrarse distantes, con un estado de ánimo estable o plano, algo rígidos, sin sentido del humor, carentes de imaginación y con un comportamiento social correcto. No diferencian ni entienden las diferentes sensaciones corporales.

La alexitimia es un síntoma que con frecuencia aparece en trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, y trastornos de estrés postraumático. Además, uno de los síntomas centrales de los trastornos de conducta alimentaria. Los estados emocionales los viven como desagradables. La comida les sirve como regulación emocional, el bajo peso, el no comer, restringir, las autolesiones les ayuda a no sentir, como a estar anestesiada.

 

¿Por qué la alexitimia? ¿Cuál es su origen?

La evidencia empírica muestra que existe una estrecha relación entre la alexitimia y las experiencias traumáticas. Los acontecimientos traumáticos tienden a llevar a las personas a utilizar estrategias evitativas en las que suprimen pensamientos y estrategias afrontamiento, desarrollando conductas de evitación ante las situaciones relacionadas con los sucesos traumáticos. La alexitimia para a ser una defensa, una estrategia adaptativa que me ayuda a dejar de sentir, dado que sentir se vuelve insoportable. El sistema interno aprende a regularse de este modo, a desconectarse del cuerpo para dejar de sufrir.

El maltrato infantil es una de las experiencias traumáticas que se ha relacionado con niveles más altos de alexitimia. Es más, entre las diversas formas de maltrato infantil se ha observado que la negligencia física y emocional durante la niñez, está asociada en la edad adulta con niveles más altos de alexitimia. La evidencia empírica ha encontrado que el desarrollo de la alexitimia de aquellas personas que han sufrido carencias importantes en la etapa infantil respondería a esfuerzos para hacer frente a la experiencia traumática. Sería una forma de adaptarse a la situación traumática, “si no siento, no me duele”.

La alexitimia también puede surgir a partir de experiencias que hacen que el desarrollo “normal” de las habilidades emocionales sea más complejo. Su gravedad está en la ausencia de calidez, seguridad y validación sostenida de forma constante en el tiempo, pesa más lo que falta y no tanto lo que sucede. La alexitimia tiende a emerger en la infancia, que es donde aprendemos a regularnos a través de cómo mis cuidadores principales han regulado mis emociones. La manera en que aprendía a regularme a través de mis padres, es mi forma de regularme como adulto. Como me calmaron, me calmo a mí mismo. La relación de apego, en mis relaciones de vínculo, es la cuna de este síntoma. Si no se cuenta con un vínculo de apego seguro y compasivo, que comprenda y explique lo que no se entiende, la desconexión y racionalización de las emociones se confunde con la calma. Estas experiencias que dificultan el desarrollo emocional, en muchas ocasiones pasan desapercibidas por el propio paciente y su entorno, dado que han crecido y se han formado con ellas:

 

  • Cuando la persona ha estado expuesta a modelos de expresión emocional disfuncionalespor parte de sus cuidadores principales, esto es, normalmente padres y madres. Dejarse de hablar, distanciarse, hermetismo, frialdad emocional…

  • También cuando ha habido una mayor exposición a ciertos tipos de emociones. Padres desregulados, excesivamente preocupados, enfadados, fríos, distantes…

 

  • Además, cuando se ha sufrido una falta de validación, o castigopor expresar ciertos tipos de emociones. Son padres que no logran sostener las emociones de sus hijos y necesitan suprimirlas, dado que no saben que hacer con ellas. En la mayoría de la ocasiones son padres que no saben qué hacer con las propias emociones,  muchas veces porque sus padres tampoco sabían hacerlo con ellos.

 

Síntomas de la alexitimia y cómo afecta a nuestra vida personal

Algunos de los síntomas principales que se han asociado con la alexitimia son los siguientes:

  • Dificultad para detectar y reconocer las emociones las emociones ajenas
  • Dificultad para empatizar y conectar con lo que hay en el otro
  • Eminentemente prácticos y racionales
  • Dificultad para establecer y mantener vínculos afectivos
  • Falta de introspección, de la capacidad de darnos cuenta de lo que hay en mí.
  • Ausencia de deseo sexual
  • Baja capacidad para fantasear

La alexitimia, cuando está presente, tiene un impacto significativo en la vida personal de quienes la presentan. El impacto central de la alexitimia sucede sobre las relaciones interpersonales, esencialmente se ven afectadas las relaciones de vínculo, además de su propia regulación de las emociones y el empleo de las estrategias de afrontamiento ante diversas situaciones.

 

Las personas que presentan alexitimia muestran una capacidad general de regulación de las emociones más pobre, lo que tiene un efecto directo sobre su salud mental, con un incremento de malestar subjetivo, afectando directamente la esfera relacional de la persona.

Para disponer de una regulación emocional adaptativa, precisa disponer de estas cuatro etapas:

  1. Identificación“necesito o no regularme”
  2. Selección, “escojo mi estrategia emocional”
  3. Implementación, “aplico mi estrategia seleccionada”
  4. Monitoreo, “compruebo cómo me ha ido con la estrategia de regulación emocional elegida para continuar, detener o cambiar de estrategia”.

Las personas con un alto nivel de alexitimia no identifican en su mayoría la emoción a regular, sienten malestar pero no son conscientes de lo que les está ocurriendo, no se paran, se distancian no conectan con la emoción. Por lo tanto, la efectividad de la estrategia de regulación emocional difícilmente se va a adaptar de manera adecuada al contexto o situación en la que se encuentra la persona. Más a más, su práctica en la implementación efectiva de estrategias en su contexto es muy pobre.

¿Cómo se trata?

Para vivir una vida con plenitud, necesitamos estar conectados emocionalmente con nosotros mismos, con nuestras emociones. Las emociones son nuestra esencia, quienes somos, nuestras necesidades. Vivir de espaldas a lo que sentimos, impedirá que construyamos una vida que atienda nuestras propias necesidades, por lo tanto, a la larga, esa vida no nos sujetará.

El tratamiento psicológico de la alexitimia persigue el principal objetivo de ayudar a la persona a tomar conciencia de sus emociones, reconocerlas y diferenciarlas. Para ello, es necesario ayudarle a conectar con su propio cuerpo para que perciba y experimente conscientemente las emociones. Todas la emociones se sienten en el cuerpo, y se localizan en un lugar u otro del mismo. Sentirlas es el primer paso para identificarlas, comprenderlas y ponerle un nombre y palabras que contextualicen lo que hay en mí. Esto es la clave para identificar quien soy yo, y qué hay en mí.  En base a esta conexión con el cuerpo, se podrá abordar la identificación de las emociones y sensaciones, que no son otra cosa que muestras de las experiencias vividas, aspectos pendientes de éstas, para alcanzar la conciencia plena de quien soy, que quiero y necesito. Para ello, probablemente haya que hacer un abordaje de incrementar la capacidada para tolerar los afectos, disminuyendo la necesidad de evitación de disparadores, así como dotar al paciente de recursos de autoregulación.

Sin embargo, como hemos visto, la alexitimia es un síntoma. Simplemente es lo que se vemos en la actualidad, pero que responde a todo aquello que ocurrió, invisible o visible para la persona que presenta el síntoma. Es necesario comprender aquello que ocurrió que le llevó a necesitar de esta defensa de desconexión para poder hacer frente a su vida.  Por lo tanto, también será necesario reparar el apego, las carencias emocionales, y los eventos traumáticos del pasado, que precisamente es de lo que le protege la alexitimia. Sanando el pasado, no necesitará la alexitimia para seguir viviendo.

 

 

Mónica Pérez Arias

Pamplona

Col. 0937