Mi deseo firme se desvanece, cuando siento que el del al lado me ataca, me siento inferior, pienso que no soy importante, y mi necesidad de mostrar que puedo contigo, subleva mi ogro, mi rabia.
Si vemos el final del camino, si sabemos a dónde queremos llegar, porque sentimos que es ahí donde queremos ir, que nuestras vivencias pasadas disfrazadas de “me siendo chiquitito” no nos desvíen del camino, llevándonos a luchas sin sentido.