Psicólogo para la depresión en adolescentes en Pamplona

En la población adolescente, continúa habiendo un sesgo de infravaloración del problema, dado que los síntomas presentes en los menores, son muy diferentes a la población adulta. La detección de una depresión en la población adolescencia es compleja, dado que el propio proceso evolutivo que está viviendo el joven, implica en sí mismo cambios significativos. Con mucha frecuencia, los cambios debidos a una depresión suelen confundirse con un cambio en el comportamiento del adolescente que se atribuye por su entorno cercano a un problema de conducta del joven como parte de su desarrollo personal. En la adolescencia, el problema de la depresión principalmente suele manifestarse a través de un incremento de la irritabilidad, la labilidad emocional, comportamientos agresivos y somatizaciones, presentándose con frecuencia un incremento de la agresividad en su patrón de conducta, oposicionismo, negativismo, expresión de profunda incomprensión de su entorno, malhumor, y aislamiento.

Síntomas para detectar una depresión en la adolescencia

La adolescencia es una etapa de cambio, lo que provoca situaciones que el joven no sabe cómo afrontar. Los síntomas que hablan de forma más explícita de este diagnóstico, es si el adolescente se muestra irritable con brotes repentinos de ira, mayor sensibilidad a la crítica, quejas de dolores de cabeza, de estómago u otros problemas corporales, retraimiento de personas como los padres o algunos amigos, no disfrutar de las actividades que por lo general le gustan, sentirse cansado durante gran parte del día, sentimientos de tristeza o melancolía la mayor parte del tiempo. En las rutinas generales, pueden aparecer problemas para dormir o está durmiendo más de lo normal, un cambio en los hábitos alimentarios, como no tener hambre o comer más de lo habitual, dificultad para concentrarse, problemas para tomar decisiones, disminución de las calificaciones escolares, la asistencia, no hacer las tareas, comportamientos de alto riesgo, como conducir de manera imprudente, tener sexo sin precaución o el hurto en tiendas, alejarse de la familia y los amigos y pasar más tiempo a solas, beber o consumir drogas.

Todos hemos llorado, sentido tristeza, falta de interés social en un momento determinado. El sentimiento de tristeza y todas estas manifestaciones comienzan a hablarnos de un problema, y en concreto de una depresión, según la frecuencia de aparición, su intensidad, duración e interacción en la vida de la persona que lo presenta. Para detectar la presencia de un trastorno depresivo en la adolescencia:

  • La tristeza y falta de interés tiende a ser un denominador común.
  • La tristeza no tienen por qué presentarse de forma evidente, tendiendo a disfrazarse en estas edades, con episodios o estados de irritabilidad ante situaciones nimias, agresividad verbal, actitud quejosa, manifestaciones físicas de agresividad, y el derrumbarse emocionalmente de forma desproporcionada.
  • Las manifestaciones cognitivas, en este período evolutivo, suelen ser los síntomas más frecuentes (pensamiento negativista centrando su atención a sucesos negativos; visión negativa de uno mismo, del entorno y del futuro; centrado en su pasado del entorno; perdida de su capacidad de introspección mostrando dificultades para hacer lecturas autocríticas y buscar parte de la responsabilidad de sus actos en los problemas que vivencia; desesperanza; indefensión; ideas de culpa; ideas de incapacidad; ideas de muerte; ideas de suicidio; pérdida de autoestima; falta de memoria, atención, y concentración).

Un episodio depresivo en un adolescente está constituido por un conjunto de manifestaciones muy variado, y la forma en que éstos tienen de presentarse y evolucionar, hace que el comportamiento y conjunto de síntomas de una persona deprimida, sea muy diferente a la de otra con el mismo problema. Concretamente en la adolescencia, la irritabilidad y la hostilidad suelen estar muy presentes en este tipo de problemáticas.

Además de estos síntomas cognitivos más frecuentes en la población adolescente, también pueden darse otros síntomas:

1Síntomas anímicos
sentimientos de tristeza; irritabilidad; sensación de vacío; necesidad de llanto; incapacidad de disfrutar de lo que le rodea; sentimientos de pérdida; empeoramiento matutino, hostilidad hacia sí mismo
2Síntomas motores y conductuales
comportamientos de evitación, descenso de las actividades cotidianas, enlentecimiento psicomotor,...
3Síntomas vegetativos
problemas de sueño, sueños tristes, pérdida de interés por el sexo, sequedad de boca, fatiga, pérdida apetito, estreñimiento, molestias corporales difusas, síntomas gastrointestinales, dormir en exceso muy propio esto último en adolescentes, etc.
4Síntomas sociales
deterioro en las relaciones interpersonales, tendencia al aislamiento, pérdida de intereses, disminución de capacidad de realizar tareas habituales y su disfrute

La depresión en nuestros hijos adolescentes se está dando de manera creciente en los países desarrollados, habiendo aumentado al 5% la prevalencia en la actualidad, esto es, que de 100 jóvenes 5 presentan este tipo de problema.

En la medida en que se alcanza la edad adolescente, la prevalencia de la depresión aumenta en las chicas. A los 18 años de edad, hasta un 20% de personas han sufrido algún episodio depresivo en su vida. Las investigaciones señalan que la utilización del consumo de sustancias puede estar relacionada con la presencia de trastornos depresivos.

Las situaciones externas más frecuentes en estas edades que tienden elicitar problemas depresivos en los adolescentes serían:

  • Muerte de figuras paternas
  • Rechazo social
  • Fracaso escolar
  • Enfermedad grave
  • Y espacialmente, situaciones generadas fuera del entorno familiar, como malas notas, problemas en la interacción con compañeros, cambio de colegio, competencias en deportes y juego, etc.

El principal factor de riesgo de suicidio es la depresión, y concretamente, aquellos episodios depresivos que cursan con elevados niveles de ira, presentan un mayor riesgo a este nivel.

Si la depresión en la adolescencia no se detecta o trata, puede generar problemas en el desarrollo de las habilidades sociales, emocionales, cognitivas e interpersonales del chaval, y en los vínculos afectivos entre padres e hijos.

Nuestro psicólogos de nuestro centro psicológico en Pamplona especializados en depresión en adolescentes concluyen que tanto las técnicas cognitivos conductuales, terapia interpersonal como el EMDR son los enfoques de elección actual.